Un ataque de asma puede prevenirse evitando las causas que lo
provocan. En cuanto a los fármacos que se utilizan para aliviar los
ataques de asma se pueden mencionar a los broncodilatadores, que se
administran en comprimidos, líquidos o aerosoles.
Estos últimos se usan en general como preventivos o, en caso de
necesitarlo, para frenar un ataque de asma repentino. La inhalación de
la medicación permite que el fármaco actúe directamente en el lugar de
la obstrucción.
También se pueden usar nebulizadores (el fármaco se mezcla con una
vaporización de agua) para llegar a los pulmones a través de la
inhalación. Se aplicará la medicación por inyección cuando no se consiga
aliviar los síntomas por otras vías. Los corticoides se utilizan para
prevenir y aliviar los síntomas.
Se pueden administrar vía oral, por inyección o vía inhalatoria.
Cuando se producen ataques de asma, se usan en general los mismos
fármacos pero en dosis más elevadas. Si es necesario, se administran
oxígeno y medicamentos antibióticos. En algunos casos se debe hospitalizar a la
persona para mejorar la dificultad respiratoria, incluso recurrir a respiración asistida.
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miércoles, 3 de octubre de 2012
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